En agosto de 2023, las exportaciones colombianas suavizaron su caída, mostrando una variación -10,1% anual, con lo cual acumulan una reducción de -15,6% en lo corrido del año. Este declive se atribuye en gran parte a la disminución de la demanda mundial debido al menor crecimiento en la actividad económica global, que según el FMI pasaría de 3,5% en 2022 a 3,0% en este año.
Esta menor actividad no solo se traduce en una reducción del crecimiento del comercio mundial, que según las estimaciones del Banco Mundial pasaría de crecer un 6,0% en 2022 a un 1,7% en 2023, sino que también impacta los precios de los bienes tradicionales (sin que sea el único motivo). En este contexto, los precios del carbón registran una caída de -67% en su precio con respecto al que se observaba un año atrás, el café una de -38%, el petróleo de -14% y el níquel de -1,6%.
Con la economía global enfrentando desafíos como la disminución de la demanda y tensiones comerciales, los precios de exportación de productos clave, como el petróleo y el café, pueden seguir siendo volátiles, afectando la dinámica de los términos de intercambio. Dado lo anterior, es esencial que el país avance en la diversificación de su canasta exportadora, promoviendo productos y servicios con mayor valor agregado, para mejorar su posición en los términos de intercambio a largo plazo.
A pesar de la situación desafiante, las exportaciones colombianas alcanzaron un valor de USD 3.946 millones FOB, una cifra que supera el promedio de 2019 y se sitúa cerca del promedio de los últimos 5 trimestres. No obstante, esta caída en las exportaciones se divide en dos categorías: las tradicionales, que cayeron un -15,6%, y las no tradicionales, que experimentaron un leve decrecimiento del -1,9%. Dentro de las exportaciones tradicionales, destacan las caídas en las exportaciones de petróleo (-5,0%), carbón (-31,8%), y café (-30,4%).
Es importante señalar que, en el caso de las exportaciones tradicionales, parte de la baja se debe a la reducción de los precios mencionada anteriormente. En este sentido se tiene que, en el café y el carbón, las caídas en dólares son más pronunciadas que en volumen, mientras que, en el petróleo y el ferroníquel, se observan reducciones en términos de dólares, pero con variaciones positivas en volumen. Dado lo anterior, al mirar las exportaciones en volumen se tiene que las exportaciones totales crecen 5,6% (en vez de caer) y las tradicionales 4,8%.
Según la clasificación de la OMC, la disminución en las exportaciones totales se atribuye a la reducción del 11,5% en el rubro de combustibles (petróleo y carbón), del 12,5% en bienes agropecuarios (café) y del 9,7% en exportaciones manufactureras (ferroníquel).
En el acumulado del año, las exportaciones siguen el mismo patrón del mes, mostrando una reducción de -15,6%, explicada principalmente por la disminución en las exportaciones tradicionales (-24,6%), mientras que las no tradicionales crecen un 0,01%. Así mismo, las exportaciones tradicionales continúan mostrando resultados negativos debido a la caída en café, petróleo, carbón y ferroníquel. Un aspecto relevante es la recomposición de la canasta exportadora de Colombia en los últimos dos años, donde las exportaciones no tradicionales han ganado relevancia y han aumentado su participación del 37% alrededor del 48%.
En resumen, el análisis de las exportaciones colombianas revela una situación mixta. Aunque se observó una mejora mensual en el balance del valor exportado y los pedidos de exportación, la percepción de la rentabilidad de la actividad exportadora disminuyó notablemente. En cuanto a las expectativas para los próximos tres meses, para las exportaciones más relevantes, muestran una ligera optimización, pero con un contexto de incertidumbre persistente.
El sector exportador colombiano enfrenta retos y oportunidades significativos, y la vigilancia constante de estos indicadores será esencial para adaptarse a las dinámicas económicas cambiantes y mantener la competitividad en el mercado internacional. La colaboración entre el gobierno y las empresas, así como la implementación de políticas estratégicas, será fundamental para fortalecer la actividad exportadora y promover el crecimiento económico sostenible en el país.