En agosto, las ventas reales del comercio minorista cayeron 10,0% anual, completando seis meses de contracciones. Con ello, la variación año corrido cerró en -6,2%. Este resultado se da en medio de una reducción en la demanda de los hogares, después de los altos niveles registrados el año anterior, que con un aumento de las ventas minoristas de 15% en lo corrido del año a agosto (de 2022), eran un claro reflejo de una economía que crecía por encima de su potencial y presionaba la inflación.
Dado lo anterior, se tiene que la caída de las ventas es generalizada, afectando a 15 de las 19 líneas de mercancía. Pese a ello, las caídas más suaves se registran en los bienes no durables, mientras que las reducciones más fuertes se observan entre los bienes durables, dejando atrás la alta demanda que se tenía antes por este tipo de bienes, como lo son los vehículos y los electrodomésticos. En este contexto, rubros asociados a la movilidad como los vehículos particulares, de servicio público y repuestos explicaron el 66% de la caída de las ventas minoristas durante el mes de agosto y el 59% de la caída año corrido.
Finalmente, las expectativas mostraron comportamientos mixtos, donde los consumidores mejoraron su indicador, mientras que los comerciantes reportaron desmejora. Así la confianza del consumidor que venía con tendencia positiva tuvo una mejora leve en septiembre, donde la disposición a comprar bienes muebles y electrodomésticos también estuvo al alza (aunque la de vehículos bajó). Por el lado de los empresarios, la confianza de los comerciantes medida por Fenalco estuvo a la baja este mes, descontando la mejora de los meses previos y la medida por Fedesarrollo desmejoró en agosto con respecto a julio, pero en un año donde el indicador no ha mostrado una tendencia clara.
Aspectos Clave
- En el mundo la actividad económica se está ralentizando. De hecho, el FMI espera que el crecimiento global pase de 3,5% en 2022 a 3,0% en 2023. Para Colombia el FMI estima un crecimiento de 1,4% en 2023, el cual se encuentra por debajo del mundial, pero cerca del promedio del de América Latina y el Caribe (1,5%). Este resultado para Colombia se daría después de un alto crecimiento de 7,3% el año anterior, liderado por una fuerte demanda (donde el consumo de los hogares que creció 9,5%) y que este año marca la tendencia a la baja.
- En este contexto de desaceleración, el PIB del segundo trimestre registró una caída en la demanda interna de -3,9%, donde el consumo privado creció tan solo 0,7%, reflejándose en una reducción del comercio de 4,4%, siendo uno de los rubros de mayor caída.
- Por ello, la baja que viene presentando la demanda de los hogares, se puede ver no solo en las ventas minoristas, sino también en otros indicadores, como el de importación de bienes de consumo, que muestra una reducción de 6,9% en lo corrido del año a julio.
- La ralentización del consumo y la caída en las ventas minoristas responde en parte al aumento de las tasas de interés que se dio a raíz de la inflación, (no solo en Colombia sino también a nivel global) y que desaceleró fuertemente el crédito en general, pero especialmente el de consumo que era el que más crecía. Así, la cartera de consumo se muestra hoy a la baja, donde el indicador pasó de crecer a tasas cercanas al 20% nominal en el segundo semestre de 2022, a estar por debajo del 2% nominal a finales de septiembre de este año. Adicionalmente, la calidad del crédito de consumo se deterioró a 7,5%, versus la cifra de 4,7% registrada un año atrás, lo que da cuenta de las limitaciones en la capacidad de compra de los hogares.
- En el corto plazo, las restricciones en términos del costo del crédito continuarán, en tanto que el Banco de la República, mantuvo sus tasas estables en la última reunión en vista de que la inflación ya comenzó a ceder, pero continúa siendo alta. No obstante, los analistas esperan que las tasas comiencen a bajar en alguna de las dos reuniones restantes del año, dada la tendencia la baja de la inflación, la evidente desaceleración de la demanda y a que ya algunos bancos centrales han comenzado a reducir sus tasas, como el de Brasil, el de Perú y el de Chile.
- Dado lo anterior, la caída en las ventas minoristas durante el mes de agosto permeó 14 de las 19 líneas de mercancía, con lo cual es posible decir que la baja es generalizada, pero se inclina con más fuerza hacia los bienes durables.
- En este sentido, las caídas en bienes durables como los asociados a la movilidad y a los electrodomésticos tales como vehículos de uso doméstico, vehículos de uso público, repuestos y equipos de informática, que son bienes que generalmente se compran a crédito, fueron los de mayor caída (excepto por los televisores). En conjunto estos rubros explicaron el 74% de la reducción para el total nacional.
- En el caso de los vehículos, se menciona las ventas minoristas sin vehículos se reducen tan solo 5,2% y que las cifras gremiales indican que el 70% de las ventas de vehículos involucran crédito.
- Contrario a lo anterior, el grupo de bienes no durables tuvo caídas moderadas, donde incluso productos como las bebidas (alcohólicas y no alcohólicas) y los productos de aseo personal tuvieron incrementos en las ventas, contrarrestando en algo las caídas en las otras líneas de mercancías, aunque por tener un peso leve en la canasta, su aporte es muy bajo (0,2 p.p.).
- Dado el aumento en los precios de los combustibles, vale la pena indicar que la línea de combustibles acumula en lo corrido del año una caída de 1,9%.
- El empleo total del sector continúa mostrando incrementos con un 3,3% anual en agosto, que es inferior al aumento de 3,7% de julio. La variación positiva del mes se debe al repunte de la contratación permanente, mientras que el empleo temporal directo y por empresas se contrajo en magnitudes importantes.
- Todo lo anterior va de la mano con los datos de la firma RADDAR, en términos reales indican que el crecimiento anual del gasto presentó una caída de 3,24%, siendo el décimo mes de caídas anuales en este indicador.