Para el Gobierno nacional, alcanzar la Paz Total implica el desarrollo de estrategias integrales para fomenten la reconciliación y la participación de todos los sectores de la sociedad en la construcción de una paz duradera y sostenible.
Estas estrategias incluyen la implementación efectiva y plena del Acuerdo Final de Paz de 2016 firmado entre el Estado colombiano y las antiguas FARC-EP. El cumplimiento a cabalidad de estos compromisos es un requisito indiscutible e indispensable para la construcción de paz en el país. Más aún, la implementación del Acuerdo Final de Paz de 2016 recobra una importancia estratégica a la luz de las propuestas del programa de Gobierno y, en esencia, a partir del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2022-2026: Colombia, Potencia Mundial de la Vida.
En su capítulo titulado “Paz Total e Integral”, el PND propone la incorporación de cinco ejes articuladores mediante los cuales el Gobierno busca el desarrollo de la política de Paz Total en armonía con los compromisos del Acuerdo Final de Paz. Estos ejes se componen de las siguientes acciones y estrategias: Nuevas negociaciones: comprende las conversaciones y procesos de paz para que las organizaciones ilegales dejen las armas, cesen las agresiones, finalicen la disputa territorial, y se acojan al ordenamiento constitucional, con el objetivo de proveer condiciones indispensables para una construcción territorial sustentada en la presencia integral de la institucionalidad del Estado.
Desescalamiento de la violencia: abarca la acción del Estado para fortalecer los entornos protectores de niños, niñas y adolescentes, consolidar prácticas institucionales respetuosas de los derechos humanos, y garantizar condiciones en los territorios tanto de seguridad como de habitabilidad. Territorios que se transforman con la implementación del Acuerdo del 2016: comprende el cumplimiento de lo pactado entre el Gobierno nacional y las FARC-EP, en 2016, en asuntos de reforma rural integral, participación política, reincorporación, solución al problema de las drogas ilícitas y reparación a las víctimas del conflicto armado interno.
La cultura de paz en la cotidianidad de las poblaciones y territorios: contiene estrategias para que los escenarios de participación política, social y ciudadana, y los procesos de reparación integral de las víctimas, se transformen en espacios de acción ciudadana, deliberación y reconocimiento para contribuir a garantizar la no repetición, aceptando la diferencia cultural, la diversidad, el reconocimiento de los pueblos y el respeto por la libertad tanto religiosa como de cultos. La paz en la esencia del Gobierno: incluye acciones emprendidas por el Estado para lograr que la implementación de la Paz Total esté presente en los procesos de planeación nacional y local, la programación de recursos y la agenda de cooperación internacional.
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